Este rincón albergaba, durante la época prehispánica, la espectacular caverna de Cincalco (cueva del lugar del maíz) que conducía hacia el Mictlán, el cual era considerado por los mexicas como un portal entre el mundo de los vivos y los muertos. Además creían que en este cerro vivía Tláloc, dios del agua. Según fuentes indígenas, Huémac, último gobernante tolteca, se quitó la vida en la cueva en 1162, después de sufrir en carne propia la decadencia y la ruina del pueblo tolteca. Es considerada elemento que “protege y llena de energía a los visitantes”.
Alrededor del Audiorama se pueden ver las antiguas escaleras que utilizaba el emperador Maximiliano y la emperatriz Carlota para salir del Castillo. A la fecha dicha caverna se encuentra sellada por cuestiones de seguridad.
La construcción del Audiorama data del año 1972 y fue acondicionado para convertirse en un “refugio para los amantes de la lectura”. El cronista Salvador Novo lo bautizó bajo el nombre náhuatl de In xochitl, in cuicatl (En la flor, el canto). Al entrar se percibe el fresco olor de la tierra húmeda y en sus cómodas bancas se puede contemplar un paisaje natural. El principal atractivo del Audiorama es la música ambiental, por lo que cada día se hace una selección especial: los martes se armoniza con new age; los miércoles con ritmos tradicionales mexicanos; los jueves con melodías de España, Grecia o Brasil; los viernes con jazz; los sábados con chill out y los domingos hay música clásica. En sus jardines se pueden observar plantas silvestres, árboles frutales, así como pequeños rosales y alcatraces. Si el visitante lo requiere podrá solicitar el préstamo de un libro de forma gratuita para que pueda leerlo en el lugar.
Foto: SEDEMA-Enrique Abe
Primera Sección. Av Calzada del Rey, Acceso «Las Flores» a un costado de la Tribuna Monumental.
martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas.