Es un hecho más o menos conocido por todos: la naturaleza nos hace bien. Cada vez más médicos prescriben dosis de naturaleza para mejorar la salud, como los ‘baños de bosque’ de Japón o los hospitales de Noruega que construyen cabañas para sanar pacientes en la naturaleza. Pero nuevos estudios están arrojando resultados que nos dicen exactamente cuál es esta dosis mínima de naturaleza que necesitamos para que nuestra mente esté más sana.

Tanto un estudio de la Universidad de Alabama en Birmingham, publicado en el International Journal of Environmental Health Research, como otro  dado a conocer en Frontiers in Psychology, midieron cuánto tiempo necesita el organismo humano para disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) al estar en la naturaleza.

Los resultados de ambos estudios son muy similares y esto es a partir de los 20 minutos. En este lapso de tiempo comienzan a suceder cambios a nivel hormonal en el cuerpo.

«Sabemos que pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, pero hasta ahora no estaba claro cuánto era suficiente, con qué frecuencia hacerlo o qué tipo de experiencia en la naturaleza era mejor», declara MaryCarol Hunter, profesora asociada de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan.

«En general, encontramos que los participantes sintieron un mayor bienestar emocional después de la visita al parque», explica el autor principal y profesor de la Universidad de Alabama en Birmingham, Hon K. Yuen al respecto.

Así que ya lo saben: las dosis de naturaleza no son una invención o moda estilo hippie; son justas y muy necesarias para la salud.

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