Inteligencia artificial, aprendizaje automático o vehículos aéreos no tripulados como los drones podrían ser los nuevos aliados en la lucha por conservar animales en peligro de extinción.

En África, en lugares como Tanzania y otros países, biólogos y ambientalistas usarán la inteligencia artificial contra los cazadores ilegales sobre todo para monitorear zonas donde los animales son más especialmente vulnerables.

Asimismo, con estas tecnologías los conservacionistas conocerán hacia donde se dirigen estos animales en sus rutas migratorias alteradas por el cambio climático y por las sequías.

Un ejemplo de esta aplicación de la tecnología es el aplicado por la astrofísica británica Claire Burke, de la Universidad John Moores de Liverpool, quien diseñó un sistema de cámaras que detecta el calor infrarrojo:

“Los ecologistas nos dijeron que les resultaba difícil lidiar con todos los datos de los drones que usaban para realizar un seguimiento de sus enormes territorios”, explica a la BBC. “[…] hemos estado usando varias herramientas para observar grandes cantidades de datos como este durante décadas; al igual que las estrellas, los animales son solo objetos brillantes en un fondo oscuro”.

A esta técnica ahora se le conoce como astro ecología y así los especialistas pueden conocer casi en tiempo real el estado de los elefantes en la sabana.

Ahora, cabe apuntar que a la fecha el mejor trabajo es el que se realiza en mancuerna entre la tecnología pero también el trabajo de campo, ya que con la información a la mano es más sencillo ir a desmantelar las trampas y desintegrar a los cazadores furtivos.

Hasta hoy los elefantes africanos siguen catalogados como ‘en peligro de extinción’ en la Lista Roja de Especies Amenazadas en la Naturaleza’. Su caza está vinculada enormemente al uso de sus colmillos como artesanías en el mercado negro chino.

Se sabe que el monitoreo con tecnología artificial podría además ayudar a otras especies como rinocerontes del norte, tigres y otros felinos.