No es necesario contar con equipo especial o ser un astrónomo para disfrutar todo lo que ofrece el cielo en junio. Basta con prestar atención a los eventos pronosticados para este mes. No sólo son el pretexto perfecto para salir y tomar aire fresco. Además de apantallar, los cambios en la luna y la órbita volátil de los planetas puede conectarte con una poderosa dimensión de la existencia: el tiempo que transcurre de forma invariable.
En esta fase pareciera que la luna se oculta en el cielo. Puede parecer poco interesante, pero es todo lo contrario. Cuando ocurre, el cielo alcanza el más perfecto grado de oscuridad. En el negro infinito es más fácil ubicar las estrellas, pues su brillo se maximiza. Si aún te quedan constelaciones por registrar, aprovecha esta noche para tomar una fotografía; verás que saldrá mucho mejor que en cualquier otra fecha.
El planeta más grande del sistema solar tendrá una fuerte presencia esta noche de junio. Júpiter siempre está brillando en el cielo, pero ahora será aun más fácil de observar. Esto sucede cuando un planeta se posiciona de manera casi opuesta al sol; por eso se dice que entra en oposición. Así se forma una línea recta entre el sol, la Tierra y este enorme planeta.
La luna llena de este mes tiene un nombre que inspira algo de frescura a pocos días del solsticio del verano. Como muchos nombres para este fenómeno, el de la “luna de fresa” proviene del Old Farmer’s Almanach, un texto que recopila los apodos con los que los nativos americanos nombraban a las lunas llenas. ¿Por qué eligieron las fresas? Es sencillo: en varios lugares del hemisferio norte, la llegada del verano augura una cosecha especialmente exquisita de esta fruta.
El solsticio tiene un encanto natural y esotérico. Cada nueva fase del universo, cada órbita completada, es una señal que nos incita a observar lo que ocurre en la conciencia. Para el hemisferio norte indica el comienzo del verano y para los países del hemisferio sur, el del invierno. El tiempo transcurre, pero sus efectos no son uniformes. La energía intensa de la noche y el día que duran lo mismo modifica a todos de manera distinta. ¿Qué harás tú para honrar este solsticio?
Otro planeta se asoma con más vigor en la noche, sólo para que lo contemples. Se trata de Mercurio, el planeta ardiente que gira más cerca de la Tierra. No será particularmente difícil de observar; necesitarás un telescopio si quieres verlo de cerca, pero brillará hasta para el ojo desnudo.
