La alarma comenzó a sonar en el 2012, cuando la población de la mariposa monarca en México decreció de un año para otro en un 59%. Según WWF esto se debió en gran parte a factores como el uso de herbicidas y el clima extremo en el norte de América.
Solo para darnos una idea, del monitoreo que se tiene registrado, la mayor población de monarcas en México se dio en 1996 cuando estas abarcaron 18.19 hectáreas, pero para el 2013-2015, solo poblaron 0.67 .
Por eso en 2014 se inició un programa entre Estados Unidos y México para conservar la especie, y un comité científico definió que seis hectáreas era la superficie adecuada para una población viable en Norteamérica.
Este 2018, por fin se vio un incremento del 144% de la población de un año para otro, el más alto en los últimos años.
«Hemos alcanzado la meta de seis hectáreas ocupadas», dijo Andrew Rhodes, comisionado nacional de áreas protegidas en México, en conferencia de prensa.
Se trata de una gran noticia y según Jorge Rickards, director de WWF México, el incremento «se debe a que durante la primavera pasada, las monarcas que regresaron a Texas concentraron la puesta de los huevecillos en el centro del estado, donde las pupas y las larvas se desarrollaron favorablemente, dando lugar a la primera generación de mariposas de Estados Unidos», subrayó.
